Por Gabriela Yareliz
Cielo azul con borde amarillo.
El sol se va
y se busca un espejo.
La luna se viste de dorado,
y nos manda recuerdos en cada rayo.
Cada día, el cielo nos cuenta una historia;
Con sus partes tormentosas,
y sus partes de calor.
Las estrellas, las pestañas de una mirada que no sera olvidada.
Cada mañana, la luz nos besa con su promesa de lo eterno.
Lo eterno nos deja sin palabras y con dueño.
[Foto de Aida Artiles]